Esta composición de agosto de 1979, NUESTRA VIDA Y UNA MUJER originó durante el Festival de la Canción del colegio INEM Santiago Perez, Tunal en Bogotá, y ganó el segundo premio como tema lírico por lo que fue a representar al Instituto donde estudié al Festival Nacional de la Canción. Los versos fueron adaptados a una canción con ritmo de Cumbia.
Los sonetos fueron dedicados especialmente a mi madre, que me observaba crecer sin adentrarse mucho en mis decisiones y proyectos. Esa fue mi forma preferida de escritura durante mis primeros pasos como poeta y escritor.
(NUESTRA VIDA Y UNA MUJER)
I
Voy a cantar esta cumbia, con todo mi corazón, va dedicada a las madres, por su inmensa comprensión.
II
Muchos desagradecidos, cuando todavía la tienen, por más de que esté muy vieja, la añoran cuando la pierden.
III
Ella si es la que conoce, un poco de nuestra vida, por eso es que le confiamos, como a una buena guarida.
IV
Un consejito les doy, cuiden bien esa viejita, la cual adoramos mucho, y queremos día tras día.
La segunda composición que encontré el los papeles de cuadernos es titulada NUESTRA TIERRA, 1979.
Más que unos versos escritos en forma de protesta, más que llamar a negar el conformismo social de la época de mi adolescencia, más que una invitación a la rebeldía, un contagio juvenil y un lamento popular, esta composición evocar el lado positivo de mi patria natal.
El concepto que yo pienso iría en el fondo es recordar que el cuerpo esta vivo mientras respira y que no hay que decaer tanto que uno no se pueda levantar. Hay que ser positivos en la vida, enseñar que se puede llegar a triunfar, que los humanos debemos tirar para adelante y no caer en la mediocridad entre el consumismo y el celo materialista que enceguece al ser contemporáneo.
(NUESTRA TIERRA)
I
Colombia tu aquí me tienes, cantando a tu corazón, por tus laderas y valles, te imploro con gran pasión
II
Ay mi Colombia tu tienes, ya q´ colmar la pobreza, por todas las injusticias, que nos infunden pereza.
III
Si miras a las montañas, y vez el renacer, encuentras los campesinos, rebeldes por un ayer.
IV
Por eso tierra querida, tu tienes ya que luchar, por las injurias y penas, que después vas a pasar
La tercera composición que rescato acá de estos primeros años tiene como título QUE TRISTEZA, junio 09 1980. Recuerdo que la letra fue apareciendo en mi cabeza mientras caminaba una tarde lluviosa y agobiante por el barrio Teusaquillo de Bogotá.
Esa tarde especial embargada por la soledad de lugar, la lluvia nunca la podré borrar de mis recuerdos
El día encapotado y húmedo lo recuerdo siempre como si hubiese sido ayer Es uno de esos días que se pegan a la memoria sin que sepamos cómo ni por qué.
Me veo aun pensando como memorizar los estribillos y repitiéndolos para que no perderles el sonsonete pues no tenía en ese momento ni lápiz ni papel y deseaba llegar cuanto antes a casa.
Los versos los traduje a un ritmo típico del folclore colombiano, la Guabina, ritmo de una zona central de la cordillera de los Andes.
(QUE TRISTEZA-GUABINA)
I
Andando solitario por las calles, se escuchan los problemas de la vida, todo es causa de algunos pocos señores, que nos quieren dominar día tras día.
II
Sin pensar que existen otros como ellos, que andan buscando un techo a sus hijos, teniendo que regalar su buen trabajo, a cambio que le den muy pocos pesos.
HABLADO: No podemos soportar los problemas de hoy en día, sabemos que todos estamos cansados y que la guerra estallará algún día, por eso, lucharemos... lucharemos... lucharemos por mejorar nuestra vida.
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Oscar Darío Velásquez Lugo
25 de abril 2012
amsterdam
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