LA CAUDILLA, Manuela Beltrán, Historia Revolucionaria-Mujer Colombiana

SUSURRO DEL VIENTO

Antes que los pueblos de América lograran la independencia levantaron movimientos antimonárquicos de criollos que inconformes con la presión económica buscaban desprenderse del yugo impuesto por los europeos, que desde el comienzo se aprovecharon de la ignorancia y aprovecharon la oportunidad de comerciar las producciones agrícolas de tabaco, (café, azucar e igual o más importante la explotación minera de oro, plata, cobre y acero), a precio de huevo.
A decir verdad, Europa ha monopolizado sin desacanso el mercado y exportaciones desde el mismo siglo XV y no hemos podido romper esta maldición y conjuro.
El europeo llegó para conquistar y quedarse con el botín. Esto aun es evidente después de varias centurias.
Diferente ahora es que el dominio no es directamente visual o evidente sino por medio de mediáticas e ingeniosas construcciones de la banca, aseguranzas, consorcios y pequeñas empresas que en asociación con otros grandes monopolios, auspiciados por las políticas comerciales, logran penetrar el mercado latinoamericano.
Hoy por hoy, el dominio y monopolio industrial es por aire, (transporte, aviación militar, satelital). Por tierra con la explotación de energía eléctrica y la antigua explotación de minerales y con la explotación marítima, (buques, pescadería).
La colombiana Manuela Beltrán entra en la foto en el momento que se pone a la cabeza de un grupo de caudillos durante el régimen colonial conocido como los Comuneros.
En la historia Manuela Beltrán es conocida como la primera mujer colombiana en revelarse contra el status quo, las políticas agobiantes y restricciones que ahogaban el mercado de los criollos neoespañoles en esta parte de América.
No es costumbre del latino en América levantar estatuas y honorar sus líderes y caudillos. Hemos sido educados para regalar lo nativo, elogiar y admirar todo aquello que viene del extranjero e ignorar nuestros productos y materia prima que es lo que vale en los mercados internacionales.
En principio, los europeos nos muestran una imagen del mundo que es contraria a la verdadera. La materia prima es lo valioso, origen de todo el desperdicio transformado que luego nos revenden.
Es hora que revindiquemos la historia del continente, abramos los ojos contra el neocolonialismo, que relatemos con nuestra palabra y forma. Hagamos lucir las hazañas que nos afaman, orgullecen, llevan a ser exitosos y a deleitar la gloria.


CAUDILLA DEL SOCORRO

Estatuilla en oro y diamantes esculpida en la historia
Tu cuerpo escuda la verdad generosa del hombre
El eco del viento susurra siglos de victoria
La ley y justicia romanas tu opresión inmaculan
Mientras una lanza cosquillea tu espalda
No temblaron las palabras de la razón en tu boca
Caminas los pasillos empedrados de la celda
Y bajas por las calles polvorientas del Socorro
Patibulo de espinas asesinan su virgen
Fusilada en nombre de la deshonra
Un capitan enloquecido empieza la cuenta regresiva
Acobardado da la orden
Suenan disparos de un fusil atormentado
Amarrada mueres por la causa
Allí queda ensangrentado el nombre Colombia





Oscar Darío Velásquez Lugo
Amsterdam
13-12 2009


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