LLANTO

LAGRIMA DE PLOMO

La fuente del pensamiento abatida por el baúl de los recuerdos recolecta cada imagen, una secuencia de sensaciones que conforman una historia.
El amor es único, sin limite. La pasión envuelve y domina.
El hombre-la mujer de este poema pierde la noción del tiempo y pasa a un estado transitorio de la existencia donde se confrontan la realidad, un mediodía soleado, con la idealización que atropella su mente y que le hace cerrar los ojos para llegar a la locura.
Dos mundos distintos ligeros y alucinantes que encara el personaje.



LLANTO


I

Párpados hormigueantes que acosan en el día
Vaga la imagen tuya entre mis pensamientos
Antojo desorbitado que altera mi vivir
Cierro los ojos, loco..., apresurado
Para inmovilizarte entre mis brazos
Y no estropear esta esencia de tus perfumes
El calor ingenuo que tu pecho desprende
Acaricias mi barbilla de una y mil formas
Mis mejillas palpas con tus labios



II

Mantenemos fijas las miradas
Carcajadas se convierten en sonrisas
Estamos en el borde de la cama
Me dejo caer como un lingote
Desabotonada dejaste mi camisa
Los zapatos abandonados en una esquina
Me has quitado las medias encaramelada
Es tu boca manantial de la dulzura
Besando cada tatuaje de mi pelvis



III

Pretendo aventajar las latitudes
Sin gastar un segundo de la vida
Al abrir los ojos trémulos ante el sol de mediodía
!Que pánico!, vuelvo a descubrir el mundo ajeno
Una lágrima de plomo cae y despedaza
La cama esta tendida y vacía
Y yo no te localizo
Un espejo me recuerda
Que sólo yo me encuentro





Oscar Darío Velásquez Lugo
20-12-2009
Amsterdam


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